Con una rica historia de más de seis décadas, Ventolini S.A. ha evolucionado desde su inicio como una modesta heladería en la avenida sexta de Cali, en Colombia, hasta convertirse en una empresa diversificada con más de 40 locales en el país. La reciente adopción de tecnología HPP traza una ruta de éxito para la compañía colombiana.
La historia de Ventolini ha estado marcada por la innovación y la audacia empresarial. Diego Sardi de Lima, su presidente, relata cómo, hace aproximadamente una década, fue clara e inminente la necesidad de diversificarse e incursionar en el negocio de maquilas, atendiendo a marcas reconocidas y experimentando un crecimiento significativo en el mercado colombiano.
¿Por qué la tecnología HPP abre oportunidades a la industria alimentaria latinoamericana?
Ventolini S.A. es una empresa diversificada del sector de alimentos con más de 40 locales en Colombia
En su planta de Cali, Ventolini produce hoy alrededor de 22 toneladas diarias de alimentos, en especial helados y pasteles, operando tres líneas de producción y con dos canales de venta. Como parte de su proceso de expansión, hace poco más de un año Ventolini dio el paso de adquirir una máquina Hiperbaric 55, buscando diferenciarse en el competido mercado de alimentos y bebidas. El equipo, ideal para el procesamiento por alta presión, cuenta con un recipiente de 55 litros (14,5 galones) y un diámetro de 200 mm (7,9 pulgadas), y brinda una productividad aproximada de 270 kg/h (590 lbs/h).
Diego Sardi de Lima, presidente de Ventolini, comparte su perspectiva de la tecnología de HPP en la producción de alimentos.Foto cortesía Ventolini
Adquirir tecnología HPP: una decisión audaz
Aunque en un inicio no se tenía plena claridad de sus aplicaciones, las ventajas de HPP cautivaron a Diego Sardi y lo reafirmaron en su decisión de compra de la tecnología de la fabricante española Hiperbaric, “compramos la máquina y no sabíamos bien para qué la queríamos, pero nos enamoramos de la tecnología”, dice el gerente de Ventolini. La máquina HPP 55 de Hiperbaric llegó a Colombia y tiene ahora la misión de abrir nuevas oportunidades en el desarrollo de productos que respondan a la tendencia de las comidas listas para consumir, un nicho con alto potencial de crecimiento en el país y la región.
La tecnología HPP se presenta como un elemento diferenciador clave para Ventolini. Hasta el momento la máquina ha sido un catalizador para el desarrollo de nuevos productos y le ha permitido a la empresa incursionar de manera innovadora en la producción de jugos verdes y comidas preparadas, sin conservantes.
Además, las propiedades únicas en el procesamiento de alimentos con tecnología HPP permiten la pasteurización en frío, que inactiva microorganismos sin comprometer propiedades nutricionales y características organolépticas. Con niveles de presión que alcanzan hasta 6.000 bar, la HPP garantiza la seguridad alimentaria al eliminar bacterias, virus, parásitos y mohos.
Así es el modelo organizacional de Ventolini
Además de la innovación que ha caracterizado a Ventolini, su modelo organizacional flexible se asemeja al de una "cofradía", donde no imperan jerarquías rígidas, y en lugar de jefes tradicionales hay una rotación constante entre roles, reflejo de una cultura donde cada miembro tiene un papel significativo. La empresa valora la generación de riqueza y la calidad de vida de sus empleados, muchos de los cuales son familiares. La misión de la compañía, explica Diego Sardi, es generar riqueza para impactar la calidad de vida de todas las personas que ayudan a crear esa riqueza. “Nosotros repartimos todos los meses y entre todos los empleados un porcentaje de las ventas, que equivale casi el 17% de las utilidades de la compañía”, dice Diego Sardi, respaldando un esquema que se traduce en alta productividad y compromiso con la empresa y el trabajo.
El desarrollo de empaques sostenibles es igualmente un aspecto crucial del proceso en Ventolini, reflejado en el uso de materiales amigables con el medio ambiente como PET reciclado y la búsqueda constante hacia un mayor uso de plásticos reutilizados, a pesar de las limitaciones que existen para contar con su adecuado suministro.
La tecnología HPP contribuye además a la prolongación de la vida útil de los alimentos, lo que reduce no solo el desperdicio alimentario al disminuir la cantidad de productos descartados debido a la caducidad, sino que tiene un impacto positivo en la sostenibilidad ambiental y la eficiencia económica de las empresas del sector.
Ventolini cuenta con una máquina Hiperbaric 55, ideal para el procesamiento por alta presión en el mercado de alimentos y bebidas.Hiperbaric
La tecnología HPP es el inicio de la expansión de Ventolini
En vídeo: Hiperbaric presenta tecnología HPP durante EXPO PACK Guadalajara
La visión de Ventolini no se limita a la innovación y la sostenibilidad, pues la empresa planea consolidar su presencia en el mercado colombiano, introduciendo sus productos innovadores en diferentes regiones y segmentos de consumidores. La empresa aspira a ser pionera en la introducción de máquinas dispensadoras en hospitales y universidades, brindando a los consumidores acceso a comidas saludables y prácticas. Con la tecnología HPP Ventolini ha abierto además a las puertas a nuevos mercados internacionales, y en estos momentos explora la exportación de sus productos a países vecinos, lo que no solo representa una oportunidad de crecimiento para la empresa, sino también para la economía colombiana.
Diego Sardi comparte su perspectiva de que la tecnología de HPP experimentará un auge en Latinoamérica en los próximos años y considera que esta inversión no solo es para el presente sino también para el futuro, anticipándose a las tendencias del mercado internacional.
Hiperbaric y Ventolini, una alianza empresarial basada en la confianza y la visión
María Barreal, especialista del área comercial de Hiperbaric para Latinoamérica, destaca la relación cercana y la confianza con Ventolini y subraya la decisión audaz de sus directivos de adquirir la máquina de HPP, incluso antes de tener un plan concreto para su uso. “Me preguntaba en ese momento cómo estaba adelantando Diego su proceso y ahora, con el paso del tiempo, entiendo que él y su familia van por delante de un cliente normal o de una empresa que piensa mucho antes de introducir una tecnología”.
Hiperbaric considera a Ventolini y a sus directores como gestores con una prospección de futuro, que se adelantan a una alternativa tecnológica que ya está funcionando en el mercado europeo y aún no existe plenamente en América Latina. “Quizá no supieran que iba a hacer con la máquina, pero a raíz de su adquisición sabían que crearían muchos productos valiosos, acompañados por el equipo maravilloso de gente que los rodea”, le dijo Barreal a Mundo EXPO PACK.
Las tendencias del mercado le están dando la razón a Diego y a su equipo. Los jugos de frutas y vegetales y comidas listas para consumir que ahora produce la empresa han encontrado gran acogida en un segmento de la población cada vez más consciente de la importancia de una alimentación saludable.
Igualmente, la conveniencia que ofrecen las opciones de almuerzos y cenas refrigeradas en entornos de oficina o del hogar se encuentra en auge, debido en gran medida a las ventajas económicas que este esquema ofrece en comparación con las alternativas de compra externa. Las soluciones rápidas, motivadas por el deseo de los consumidores de abandonar temprano el lugar de trabajo, simplifican la rutina alimentaria diaria, y permiten obviar así las complejidades asociadas con la preparación de alimentos en el hogar y los posibles desacuerdos familiares en torno a la cena.
Máquina de procesamiento por alta presión - HPP, Hiperbaric 55
La idea de instalar máquinas dispensadoras en universidades y hospitales, con precios favorables para los consumidores, cuenta con un alto potencial de éxito. “Más tarde que temprano este modelo va a explotar en América Latina”, dice Diego Sardi y relata su visita a las instalaciones de Hiperbaric al momento de la compra de su equipo: “En la oficina hay un plano del mundo con banderas en los países donde tienen máquinas instaladas, la mayor parte de ellas en Europa, en la Costa Este de Estados Unidos, en México, y muy pocas en los demás países de América Latina”. En Colombia, son ya tres las banderas, que reflejan una adopción de la que Ventolini es parte y que posiblemente se extenderá en un futuro próximo en otros países de la región.
