Sobre el consumo de los cereales se tejen mitos y realidades que son abordados por el nuevo Instituto Latinoamericano de Cereales (ILCereales) con el fin de aportar información científica rigurosa que ayude a un consumo saludable e informado acerca de los cereales como grupo de alimentos.
Luis Hernando Cervera, su director ejecutivo, expresa el alcance del trabajo del Instituto, destacando la tarea de contribuir, a través de estudios y contenidos avalados por un comité científico, a una educación nutrimental sobre la importancia de consumir cereales, de contar con información para una mejor toma de decisiones alimentarias por parte de los consumidores, y con un adecuado empaque que detalle los ingredientes y garantice la inocuidad para una plena tranquilidad de los consumidores.
El recientemente creado instituto es “un organismo técnico y científico que habla de la ciencia detrás de los cereales y de su procesamiento para el consumo humano”, dijo el director de ILCereales a Mundo PMMI.
Cervera es abogado con especialización en Administración y Política Pública, y antes de dirigir ILCereales tuvo a su cargo la conducción del área técnica y, más adelante, de la Dirección General de la Confederación de Cámaras en México.
En medio de la pandemia, el llamado de los molineros mexicanos acercó a Cervera al sector de los cereales y a la idea –surgida en 2016— de crear la primera institución con enfoque científico dedicada al sector de cereales en América Latina, le siguió un proceso de investigación sobre iniciativas en distintos países de la región, en especial en aquellos que lideran los índices regionales en cuanto a producción y consumo como Colombia, Perú, Ecuador, Nicaragua, Argentina y Chile.
El paso siguiente fue iniciar una etapa de relacionamiento con entidades como Ceereal, el organismo europeo que representa a los productores de cereales para desayuno; U.S. Wheat, que agrupa a los productores de trigo de Estados Unidos; el Consejo de Granos de Estados Unidos (U.S. Grains); el Consejo de Granos Enteros (Whole Grains Council) y la fundación Grain Foods. “También busqué el apoyo de Cereals Canada y de POGA, la asociación que agrupa a los productores de avena del norte de Estados Unidos y el sur de Canadá”, añade.
Luis Hernando Cervera, director ejecutivo del primer Instituto Latinoamericano de Cereales, ILCereales.
El enfoque técnico de ILCereales se ha ido consolidando con su vinculación al trabajo de entidades como Granotec de Chile, un laboratorio dedicado a la investigación y la innovación con granos, lo mismo que con el Centro para el Mejoramiento del Trigo y el Maíz (CIMMYT), en México, y con universidades públicas y privadas.
En Argentina, ILCereales ha establecido diferentes colaboraciones con las Bolsas de Cereales de Rosario y de Argentina, que cubren la representación de la cadena que va desde el productor hasta el vendedor. “Por haber sido este un trabajo pionero y por ser los primeros en presentarlo ante los graneros de todo el continente, ILCereales ha tenido una gran aceptación y respaldo en la región”, señala su director.
Experiencia compartida
La relación con organizaciones y asociaciones líderes de la industria de cereales le ha brindado a ILCereales una visión muy amplia, que le permite el intercambio de conocimientos y experiencias en temas comunes como los beneficios nutrimentales, su aporte en la prevención de enfermedades, formas de cultivo, gluten, uso de pesticidas, precios, entre otros asuntos sobre los cuales deben tomarse acciones claras y oportunas.
El trabajo del Comité Científico del Instituto, del que son parte investigadores, científicos y nutriólogos de alto perfil, es la fuente de la información y el conocimiento que ILCereales aporta a sus afiliados y a la sociedad.
Un equipo de dieciocho profesionales orienta sus esfuerzos para el desarrollo y la promoción de estudios e investigación para promover los beneficios de consumir cereales y sus derivados, y de incluirlos en la dieta diaria.
Este órgano técnico reúne a expertos que conocen la realidad de los cereales en Latinoamérica y el mundo y que pueden hablar con la mayor autoridad sobre sus beneficios y riesgos. El Comité sirve como referente para determinar la idoneidad de los alimentos producidos con cereales, su nivel de procesamiento y ayudar a combatir la percepción de que algunos son malos para la salud.
El trabajo del Comité Científico de ILCereales, del que son parte investigadores, científicos y nutriólogos de muy alto perfil, es la fuente de la información y el conocimiento que el nuevo instituto aporta a sus afiliados y a la sociedad.
Con este conocimiento se impulsa la idea de que cada cereal tiene su lugar y su espacio en la dieta de las personas y en el mercado. “Conciliar entre los productores es una tarea que solo se logra en el día a día, cuando cada uno se da cuenta que tiene muchas más áreas en las que crecer. Se trata de sumar entre todos los que tienen que ver con los cereales y aportar a los consumidores, a los profesionales de la salud, así como al sector público y privado”, afirma Cervera.
Con criterios objetivos se abordan las realidades y los mitos que existen sobre los cereales con relación a la obesidad o el agravamiento de una condición celiaca. Se busca abordar estos temas desde un punto de vista científico, que identifica con rigor y sin prejuicios los beneficios y las mejores opciones disponibles.
La incidencia en enfermedades como la diabetes, la hipertensión o la obesidad pueden atenuarse mediante el consumo de granos integrales, afirma Cervera. “No hay un grano mejor que otro, pero por ejemplo un plato diario de avena con agua baja los niveles de colesterol y triglicéridos, y aporta la sensación de saciedad por su alto contenido de fibra. Todos los cereales son buenos en sus diferentes formas y presentaciones, pero necesitamos saber para qué es mejor cada uno y cómo incorporarlos a la dieta”.
Tres mitos sobre los cereales
Un propósito central del Instituto Latinoamericano de Cereales es desvirtuar percepciones infundadas que existen sobre estos entre la población. La primera de estas, destacada por el director del Instituto, es la confusión que existe para diferenciar un cereal de un grano. Debido a influencias anglosajonas, muchas personas relacionan los cereales exclusivamente con los que se venden en cajas para consumo en el desayuno; para los productores, además de cereales como arroz, avena, trigo, maíz, cebada, centeno, sorgo y amaranto, entre otros, la categoría incluye también oleaginosas como la soya y el cártamo, además de seudocereales que tienen menores concentraciones, pero propiedades iguales, como es el caso del triticale y variedades de trigo más suaves.
Una segunda percepción es la que asocia a los cereales con los carbohidratos y la obesidad. “Se asocia a los carbohidratos con la obesidad, lo cual es un error. Lo que hace falta es una educación sobre la manera en que estos se deben consumir”, explica Luis Hernando Cervera, “comemos una hamburguesa con papas fritas y un refresco, y pensamos que el pan es el que nos engorda”, aclara.
“Se trata de brindar una nueva visión de lo que es el cereal y cómo en el futuro nuestra alimentación va a mejorar si comemos más cereales y de mejor manera”, dice el director del instituto ILCereales.
Esta situación crea un área muy grande de oportunidades para el crecimiento de la industria en la región. La incursión del trigo en mercados tradicionalmente dominados por el maíz, como es el caso de México; la ampliación de la oferta en Colombia y los países andinos con la quinoa; la inclusión del arroz en la dieta básica en distintos países, son factores que potencian el desarrollo de la industria de cereales en América Latina.
Luis Hernando Cervera, señala, sin embargo, algunos obstáculos que dificultan su producción en la región, en especial geográficos, debido a que los países que se encuentran sobre la cordillera de los Andes no cuentan en algunos casos con los terrenos necesarios para cultivar granos en altos volúmenes. “Se necesitan planicies muy grandes con condiciones de mucho calor y luego mucho frío. Si el grano no se estresa no crece bien; es por eso que las planicies de las pampas argentinas y brasileras, lo mismo que las de Estados Unidos y Canadá son ideales para la producción del grano. Nosotros no tenemos esa tierra ni ese clima y por eso compramos mucho grano”, explica. En efecto, de esa participación de 292 millones de toneladas en la producción total mundial, una alta presencia la tienen Argentina y Brasil, en tanto que México y Colombia constituyen los principales importadores de maíz y sorgo.
El camino a recorrer
Para cumplir su misión y su visión, ILCereales cuenta con el respaldo de las asociaciones aliadas, del comité científico y el trabajo cotidiano de sus directivos y empleados. La promoción de las propiedades de los cereales y su incorporación en la dieta de los latinoamericanos como base fundamental de una correcta alimentación requiere la superación de obstáculos y el diseño de estrategias innovadoras.
"Queremos que los consumidores de Latinoamérica incorporen más cereales en su dieta diaria y aprecien los beneficios que les aportan para su salud, sentirse con energía, prevenir enfermedades y disfrutar de su variedad”, concluye Cervera.Getty Images
Uno de los obstáculos principales se encuentra en el etiquetado de los productos y la deficiente información nutrimental, que impiden a las personas saber con certeza lo que están consumiendo. “Para superar esta barrera se debe proponer y organizar campañas masivas que informen sobre lo que se consume y lo que debe incluirse en las dietas”, asegura Cervera.
En muchos de los artículos que desean comprar, la información en los empaques y etiquetas conduce en ocasiones a la confusión o no brinda la claridad necesaria para optar por el producto más sano y conveniente. En América Latina se avanza en la adopción de sellos nutrimentales, una tendencia que comenzó en Chile, llegó a México y en Colombia se encuentra cerca de ser implementada. Esta iniciativa regulatoria obliga a los fabricantes de alimentos procesados a brindar información precisa sobre sus productos y a potenciar sus beneficios con base en un sólido soporte científico y documental.
El propósito esencial del ILCereales es difundir información científica rigurosa para llegar a toda la cadena de valor involucrada desde la producción hasta el consumo de los cereales. “A través de nuestros estudios y campañas, incluyendo a nutriólogos y a chefs con sus recetas, la gente va a aprender, por ejemplo, que existen cuarenta cosas que no sabía que se podían hacer con arroz. Ayudamos a los consumidores y especialistas en salud con información rigurosa y útil, a los productores a crecer, a la industria a mejorar procesos y al sector público a actualizar la normativa sumando a campañas de alimentación saludables”, concluye el director del nuevo instituto ILCereales en su conversación con Mundo PMMI.
