La colaboración entre Mondi, empresa global en fabricación de empaques y de papel, y BIOhof Kirchweidach, una granja de producción orgánica en Bavaria, Alemania, ha traído como resultado una solución de empaque sostenible diseñada para la venta de sus tomates a lo largo del país.
El nuevo empaque reemplazará al que se venía utilizando anteriormente, en el que se utilizaban 2,5 gramos de plástico por unidad, y será producido para crear una solución sin plástico que respalde los compromisos ambientales y sostenibles del grupo comercializador REWE, propietarios de las tiendas de cadena donde se venden los tomates de BIOhof.
La nueva bandeja tiene la apariencia del coral que se encuentra en el mar, con un significado que ayuda a la protección marina a través de la reducción del plástico.
El empaque es totalmente reciclable y se ha fabricado utilizando material renovable y cartón corrugado, que tiene este último un porcentaje de reciclado del 80 por ciento en Europa.
El diseño de la bandeja “coral” fue adelantado por un equipo de expertos en empaque en Austria, que luego de análisis y estudios produjeron una solución de una pieza con tapa integrada, utilizando un material corrugado liviano de Flauta-F.
La nueva bandeja tiene la apariencia del coral que se encuentra en el mar, con un significado que ayuda a la protección marina a través de la reducción del plástico.
El nuevo desarrollo puede adaptarse a un número de hasta seis tamaños de empaque diferentes y le brinda a BIOhof la opción de utilizarlo en otros productos vegetales pequeños.
Jan Blankiewicz, gerente de Innovación de Producto en Soluciones Corrugadas de Mondi, expresó la complacencia de la compañía por trabajar con BIOhof en la expansión de su portafolio de productos sostenibles.
“La bandeja coral garantiza un gran atractivo en los estantes. En Mondi aseguramos con nuestra experiencia que se garantizará el equilibrio perfecto entre la visibilidad del producto, la estabilidad de la bandeja para su apilado durante el transporte y la rigidez perfecta para su mecanización”, agregó Blankiewicz.
Para BIOhof los beneficios han sido también muy satisfactorios, pues la estabilidad del empaque protege muy bien sus productos y suprime el riesgo de que los tomates se dañen en las canastas de los compradores o en el trayecto hasta sus hogares.
“Los productos respiran a través de los orificios, lo que reduce a la vez el riesgo de que se forme moho. Igualmente, no se puede producir condensación, lo que sucede con frecuencia con los empaques de plástico”, afirmó Florian Steiner, director de BIOhof Kirchweidach.
