
En 2010, los científicos Andréy Gueim y Konstantín Novosiólov recibieron en Estocolmo el Premio Nobel de Física por sus descubrimientos sobre el grafeno, un material compuesto por carbono puro similar al grafito, casi transparente, con una resistencia casi 200 veces superior a la del acero y un peso casi cinco veces menor que el del aluminio.
Hoy la industria está explorando maneras de utilizar estas ventajas, y la aplicación del grafeno en la producción de envases es una realidad en la que Tetra Pak se encuentra participando activamente como representante exclusivo del sector en el proyecto de la Comisión Europea “Graphene Flaghip”.
Konstantín Novosiólov, Premio Nobel de Física por sus descubrimientos sobre el grafeno.Tetra Pak
Tetra Pak, a través de su área de Investigación y Desarrollo, se encuentra estudiando el potencial que tiene el grafeno en distintas aplicaciones nuevas y revolucionarias para la industria de envases de alimentos y bebidas, que comprenden desde su uso en recubrimientos que pueden reducir la huella de carbono en la cadena de suministro, hasta su empleo en la fabricación de sensores flexibles ultradelgados para su integración en envases inteligentes.
Los sensores de grafeno pueden ser más pequeños, más livianos, menos costosos que los que se producen actualmente, señaló Tetra Pak al anunciar su participación en el proyecto “Graphen Flagship”.
A finales de este mes, Tetra Pak y el proyecto Flagship recibirán la visita de un equipo de destacados investigadores de importantes universidades europeas que adelantan estudios sobre el grafeno, para explorar nuevas ideas de su uso industrial.
“Es un privilegio ser el único representante de nuestro sector en esta iniciativa de investigación, lo que nos sitúa a la vanguardia para abordar los desafíos a través de la investigación y el desarrollo multidisciplinario junto con nuestros socios de la industria”, afirmó Sara De Simoni, vicepresidente de Ingeniería de Equipos de Tetra Pak.